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ideas y actividades
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Proyecto: Salas de
4 y 5 años
"10 cuentos para la imaginación"
01-
La abuelita Rigoberta
Fernando y Susana eran dos hermanitos que vivían muy felices
con su papá, su mamá y la abuelita Rigoberta.
¡Ah!... y qué lindo era vivir con la abuelita. No todos
los chicos tenían esa suerte, pero Fernando y Susana sí
y la disfrutaban mucho porque Rigoberta era una abuela con una enorme
paciencia: narraba viejas historias y cuentos interesantes; sabía
las mejores canciones y los juegos más divertidos; cosía
los vestidos de muñecas más lindos y cocinaba las tortas
y los dulces más ricos.
Pero un día, porque sí nomás y sin que nadie
supiera por qué, la abuela Rigoberta amaneció seria
y preocupada.
Y no contó sus viejas historias ni cantó canciones,
ni jugó con los chicos, ¡ni siquiera cocinó una
torta!
¡Nada!
Toda la familia se asustó: ¿Qué le pasaba a la
abuela? ¿Estaría enferma?
A la mañana siguiente, cuando se reunieron para desayunar,
se encontraron con que la abuela ya lo había hecho muy tempranito
y estaba sentada en su sillón favorito leyendo el diario.
Y eso no fue todo. Cuando le preguntaron qué leía y
si había alguna noticia importante, la abuela contestó
que sólo estaba buscando trabajo. Sí, tra-ba-jo.
Pero no pudo terminar de hablar, porque el papá, al oírla,
se atragantó con la tostada; la mamá se puso mermelada
en los dedos; Susana derramó el café con leche y Fernando
se cayó de la silla.
Y la abuela Rigoberta, sin darse cuenta de los desastres causados,
siguió leyendo muy tranquila.
Finalmente dijo, cerrando el periódico:
-¡Qué barbaridad! No puedo encontrar el trabajo que busco;
tendré que poner un aviso ofreciéndome.
-¿Y cuál es el trabajo que estás buscando, abuelita?
-preguntó Fernando.
-Justamente, de eso quiero trabajar, de "abuelita" -contestó
Rigoberta y siguió explicando que había muchos nenes
que no tenían abuela y que eso era muy triste.
Entonces había pensado trabajar para esos chicos en su tiempo
libre; es decir, cuando Fernando y Susana estaban en la escuela.
A la familia le pareció una "idea genial", como todas
las que se le ocurrían a Rigoberta.
Al día siguiente, el extraño aviso ofreciendo trabajo
de abuelita, salió en el periódico y mucha gente llamó
por teléfono. Fueron tantos los pedidos, que era imposible
cumplir con todos. Y esto, por supuesto, preocupó a Rigoberta,
que se encerró en su dormitorio a pensar.
Y pensó
y pensó.
Pensó tanto, que ese día no almorzó ni cenó;
sólo apareció cuando ya todos habían terminado
de comer el postre.
Entonces anunció muy contenta, que ya tenía la solución
del problema: estaba decidida a fundar la primera "Compañía
de Abuelos Voluntarios".
Era, en verdad, una excelente solución porque también
había muchos abuelos sin nietos y eso era tan triste como nietos
sin abuelos.
Pero gracias a la abuelita Rigoberta, la "Compañía
de Abuelos Voluntarios" fue un éxito y todos podían
conseguir abuelos y nietos adoptivos a gusto.
Y la abuela Rigoberta ya no se preocupó más y se sintió
muy feliz.
Y el que quiera un cuento contado por una auténtica abuelita,
que llame por teléfono a la "Compañía de
Abuelos Voluntarios".
BARTHE,
Raquel Marta.
Actividades:
Unidad didáctica: "La familia"
Preguntas
de motivación:
-
¿Quiénes vivían con la abuela?
- ¿Qué cosas hacía la abuelita Rigoberta para
entretener a sus nietos?
- Pero un día... ¿qué le ocurrió a la
abuela?
- ¿Dónde publicó su aviso la abuelita?
- ¿Qué pasó con el aviso?
- ¿Qué decidió fundar Rigoberta?
Consignas:
Sala
de 4 años: - Dibujar a la abuelita con crayones.
Sala de 5 años: - Humedecer la hoja con un pincel grueso e
inmediatamente dibujar con marcador.