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Carta
de una mamá, despedida de fin de año. (por
María Fernanda Perreta) |
¡Gracias
María Fernanda!
Buenos
Aires, Noviembre 2007
Al
Instituto Nuestra Señora del Buen y Perpetuo Socorro....
Definitivamente,
éste fue un año INOLVIDABLE!!!!
Qué
decisión difícil la de elegir la escuela de nuestros hijos. En ese
momento los padres pensamos en todo, desde sus maestros de sala, los especiales,
sus patios de recreo, sus instalaciones en general, en todo. En ese momento, los
padres tomamos conciencia de que no debemos equivocarnos, ya que nuestros pequeños
pasarán en el establecimiento muchas horas de sus días.
Cuando
nos toca desprendernos de ellos, cuando debemos dejarlos en manos de sus maestras,
muchos sentimientos vienen a nuestra mente. Nos consolamos pensando que ya nuestros
padres han pasado por esto cuando nos dejaron a nosotros el primer día
de clases en la escuela que ellos mismos habían elegido, también,
con el mismo cuidado y atención con que nosotros lo hicimos ahora para
nuestros hijos...
¿Que
algo pueda ocurrirles? ¿Que puedan lastimarse? ¿Que puedan llorar?
¿Que puedan necesitarnos? Ésas y muchas otras preguntas son las
que nos invaden al estar lejos de ellos durante las horas de clases.
Eso
de tomar conciencia que nuestros hijos crecen, eso de convencernos que nuestros
hijos son hijos de la vida. Eso de pensar que sólo con nosotros tendrán
la contención necesaria, en el justo y preciso momento en el que ellos
lo necesiten.... Eso de sentir que nunca nadie en el mundo puede reemplazarnos.
Eso es lo que nos hace pensar mucho al momento de elegir una ESCUELA.
A
partir de esta reflexión, es que puedo afirmar que este fue un INOLVIDABLE
año.
Definitivamente,
gracias a ustedes, gracias a su paciencia, gracias a su dedicación, gracias
a su inmenso corazón, es que, llegando al final del año y con la
tristeza de tener que despedirnos, no tengo más que palabras de agradecimiento.
Ustedes
han formado parte de nuestra familia en las charlas, los comentarios, los progresos
de mi hija.... Han formado parte importante de su crecimiento. Y eso no se olvida,
ustedes siempre estarán presentes en nuestros corazones.
Con
el orgullo de pertenecer a la comunidad del Perpetuo Socorro, con el orgullo de
no haberme equivocado al elegir, y con el orgullo de reconocer la calidad humana
de las personas que componen la institución, me despido ¡HASTA EL
PROXIMO AÑO!
Maria
Fernanda Perretta
(Mamá de Victoria Merino - Sala 3 años - Turno
Tarde)